sábado, 29 de octubre de 2011

Imagíname viajando


¡Si alguien supiera cómo se siente esta noche en la ruta!
Siempre me gustó viajar, pero nunca manejando.
Tirada en un asiento, dónde arrojo las cosas que forman mi pequeño mundo.


No me es difícil aislarme, y tengo ojos que ven de noche. 
Más allá de la ventana, que se siente fría, puedo sentir el olor del campo, 
y esa sensación de humedad que tanto me gusta y que extrañaba.


La luna no puede estar más perfecta, y sí, estoy sola y tengo miedo,
 y estoy volviendo hacia aquello que abandoné un día.


Mi gente debe preguntarse si cambié,
y hace meses que sólo llegan mis autoretratos, algunas fotos, y mis palabras inspiradas.
Pero jamás podré explicarles exactamente cómo se sintió esta soledad de aventuras,
 y el amor que sentí con mis nuevas familias.


Siempre habrá un momento de sus vidas en el que no existí.
Aunque, de alguna manera debo haber buscado eso.


Cuando mis fantasmas tuvieron forma, me atacaron de la manera más cruel.
Todo había pasado a ser enemigo, incluso yo misma.
Y como si hubiera previsto ese desastre,
 inventé mi escape, desde cuando aún las cosas eran de todos los días, 
y empecé a preparar un bolso de esperanza. 


Secretamente fui creando todo este viaje desde los diciembres del 2009.










 "¿Por qué nos hacemos este mal'?",  pienso al fundirnos en un beso.

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