lunes, 25 de noviembre de 2013

Advertencia: Ver con música (http://www.youtube.com/watch?v=20YOwaOsntY) y en movimiento.


-         Realismo Mágico… es lo que abunda en la ciudad que vivo. Esta ciudad que me vio nacer en muchas formas, tantas veces, y que me verá morir una y otra vez aplastada en sus calles… Y es cuando las calles adquieren un vacío oscuro y absoluto que la nada se vuelve absoluta. La nada de las calles… la nadidad de lo urbano… la realidad de mis pasos. Santa Fe al 2800… por acá vivía él creo.


-         Sante Fe al 2600:  acabo de dejar atrás un bar de otros tiempos. El perfume que marcó mis veintipico se evapora en el aire húmedo de esta noche de museos y desfiles de amor. Desde el fondo, el río me trae lluvia pantanosa, me sugiere padecimientos, me sugiere romanticismos, me sugiere poemas y poetas y música de todos los mundos posibles. Y este aire que anticipa la primavera…


-         Santa Fe al 2500: No, basta de metafísica. Hoy no tengo adonde dormir. Y aclaro esta noche que yo no sé qué es el amor (pero sí sé de eras geológicas)… Que me quedé sin música para pensarte y que te dije que todo, pero que tengo esta música, que es nueva. Que camino rápido, casi de la misma manera en que pienso, pero me duelen los pies.


-         Santa Fe al 2400: ¿La gente creerá que no tengo adónde dormir? Me ven pasar con un vestido y un perfume, no creo que se imaginen qué cosa soy yo realmente, que aunque me visto de inviernos, y de primaveras y de veranos y de otoños, dejé mi corazón en una playa. Y encima estoy pensando en el tiempo. En cómo me sacudió un poco, en cómo rompió las maquetas que había armado, en cómo se llevó los restos y en cómo me dejó parada frente a un espejo que refleja mi vacío. Te extraño. Y encima me duelen los pies.


-         Santa Fe al 2300: Tu ausencia empieza a quedarme incómoda. La noche empieza a quedarme incómoda. El tiempo volvió: ahora veo claramente cómo destruye todos los futuros que imagino y empiezo a sospechar que sí existe un secreto: que no tengo que inventarme futuros. El futuro no existe. Y la vida es incómoda. Es el secreto más feliz que alguna vez descubrí.


-         ¿Y si llego a la parada y justo llega el colectivo? Sería como encontrar un zapato que no sea ni 38 ni 39, largo y angosto como mi pie. O como una oración sin erres. O como todas esas cosas que hace la suerte para despistarnos y para disimular que, a fin de cuentas, tiene un plan macabro para todos nosotros. Como una falsa alineación de hechos fortuitos… y después el ZÁCATE… el sin sentido, la nada. No, dije no, metafísica. Por dios, qué manera de pensar en tantas cosas en poco tiempo, Santa Fe 2200 (y sí, me duelen los pies).


-         Santa Fe al 2100: Hola...¿ese chico es lindo o lo miro porque lo conozco de algún lado?


-         Santa Fe al 2100 (pero de la vereda de enfrente): Me asusté de alguien y crucé. No soy perseguida, no tengo miedo fácilmente, pero soy hija de Armando, que me hizo creer que todos me quieren matar… o al menos, eso entendí yo. ¿Y si me equivoco?... ¿Si justo llega el colectivo cuando llego a la parada? Ojalá… Me duelen los pies. Caminé demasiado.


-         Santa Fe al 1800: Alguien me dijo el otro día que la memoria está en el cuerpo… O que el cuerpo tiene memoria. No me acuerdo quién fue. Y tampoco me acuerdo bien qué me dijo exactamente. O sea que podría decir que me falla la mano, o un riñón, o una teta, o la nariz. Pero si la memoria está en el cuerpo… Pero si la memoria es el alma, entonces el alma es el cuerpo y entonces puedo decir que el dolor del alma es el dolor de cualquier parte del cuerpo y que el cuerpo no tiene que ver con la periferia, sino con lo más íntimo. 
      ¿En qué noche de qué ciudad estarás ahora que me duelen los pies?


-         Santa Fe al 1700: Yo no me siento parte de ningún lado, como si fuera una especie de poesía que nació en la calle de un pueblo de cualquier tiempo, en cualquier dirección, que se desplegó en una dimensión y no en las demás  y asesinó a mis otras posibilidades, persiguiendo una casualidad que puede ser chispa, que puede ser divina. Y nos hicieron creer que somos un soplo engendrado en el aire vivo de un ser superior. Tal vez era así… y somos un pedo de Dios.


-         Santa Fe al 1600: Cada vez pienso menos en ella… Nunca va a cumplir más años que los que tenía. Se congeló con treinta, nada más.
      Es como si viera las cosas que pasaron por tu cabeza en ese momento, Nati. Porque conozco cómo se mueve esos demonios. ¿Qué pasaría si no tuviera estas armas? Lo mismo. El barquero nos espera a todos, al otro lado de ese río sucio...


-         Santa Fe al 1500: Me duelen los pies. Porque sé las cosas que sé y también las que ustedes me contaron, porque ella me dejó esperando ese saludo, porque me hacés sentir que soy algo que merece ser mirado cuando tu dedo termina en mi panza y se desliza y yo apenas te toco pero te miro y te miro mucho y dejo que toques los botones de mi saco y yo no hago nada…
-         1450: me duelen los pies porque no son sólo palabras, yo no soy sólo palabras; me duelen los pies porque el amor es lo nuevo y no tiene que ver con esfuerzo, sino con moverse en una dirección hacia la que nos acostumbramos a no movernos.
-         1400: me duelen los pies porque no conocía mi propio veneno, porque si no somos amigos ante todo entonces no hay amor, porque extraño los días romanos y las noches alemanas, porque soy tan musicable…
-         1350: me duelen los pies porque soy frágil como los cambios de estación, porque aunque pasee con la tana nunca seré turista en Buenos Aires, porque esos labios no son los míos.
-         1300: me duelen los pies porque Sol se queja de su Venus en Acuario, porque soy crisis posibles de virtudes reales y el vacío es posibilidad.
-         1250: porque me encanta verte florecer y existir cuando la noche se hace día, porque estas contingencias son sagradas, porque no sé si soy una tragedia o soy un milagro.
-         1200: me duelen los pies porque las reflexiones treinteañeras no aseguran que nada va a estar bien, porque nos plagamos de amor ante el espanto y de espanto ante el amor y nadie eligió estos “mientras tanto”. Y porque todos los caminos te conducen a vos y porque fuimos embarcados en la misión más difícil de la historia: ser felices. 
      Me duelen los pies y parece que va a llover, pero sólo es música.


-         Santa Fe al 1100: Seamos como nos gustamos. Que mi sonrisa no sea tu lágrima. Invadime esta primavera, que yo te espero sin esperar nada.


-         Es Santa Fe al 1000… Me pasé de la parada.