Las hojas son perfectas, y cuando envejecen, el nuevo color contagia todo su contenido y vuelve a ser nuevo.
Pasó de bolsillo a bolsillo, pero amó depositarse en una cartera.
Pasó de bolsillo a bolsillo, pero amó depositarse en una cartera.
Si lo dejo, me muestra hasta su música; y los dibujos que laten en él parecen tener poco sentido, y cambian mientras paso hoja tras hoja. Me apuro para que no sigan migrando, pero lo que creía que era un pájaro resulta ser un águila.
(Es frágil como un cambio de estación; dura días y pocos lo pueden notar).
Un grito derrumba el castillo y la torre, pero las hojas siguen corriendo.
El viento le dio en la cara y la tormenta volvió noche al mediodía.
La sigue a casa sobre sus propios pasos.
No lo pienses más.
La sigue a casa sobre sus propios pasos.
No lo pienses más.
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