jueves, 29 de octubre de 2015

La Torre

Será que ya no me vuelo.
Aunque siguen ligeros mis ojos.
Nunca quise quebrarme las alas.

Y ya no me ahogo.
Aunque mi corazón -sí, mi "corazón"-
es bien húmedo.

Y me animo a la conmoción,
a la tristeza...
como una de las casas que habito.

Ahora siento que ardo.
Me abandono de sueños.
Olvido la melancolía.

Puede que te vea a la salida.
Todo se derrumba.





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