Será que ya no me vuelo.
Aunque siguen ligeros mis ojos.
Nunca quise quebrarme las alas.
Y ya no me ahogo.
Aunque mi corazón -sí, mi "corazón"-
es bien húmedo.
Y me animo a la conmoción,
a la tristeza...
como una de las casas que habito.
Ahora siento que ardo.
Me abandono de sueños.
Olvido la melancolía.
Puede que te vea a la salida.
Todo se derrumba.
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