es uno de mis fantasmas recurrentes.
La soledad más árida
de inspiraciones que se frustraron.
Coincido con noches de tormenta
en la que se ponen de manifiesto
-sin que yo pueda atraparlas-
algunas aspiraciones que ya había abandonado.
Lo único que alumbra esta oscuridad,
la que no llega a tornarse descanso y olvido,
es el rayo que cae en algún rincón de la ciudad
y pone de manifiesto que no hay descanso en estos ojos.
No encuentro una calma.
Desconozco cómo vivir la realidad insomne.
El lugar más privado de mis soledades.
Un diálogo cíclico, inservible.
El cigarrillo se apaga.
Mi conciencia, no.
¿Qué me quiere decir este fantasma?
¿Quién está durmiendo mi sueño?
Es el vacío más exacto de mi soledad.
Soy yo, desnuda e insomne,
el rayo que alumbra el más árido de mis desiertos.
Caos.
Voy a ser inversa: voy a intentar no dormir.
17/11/2015 - 4:05 AM
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