Todo lo mío se consume con fuerza.
Yo lo miro desde una distancia prudente.
No sé marcar terreno,
no importa lo que yo quiera creer de mí,
no importa lo que vos quieras creer de mí:
Todo lo mío se consume,
se achicharra,
se achicharra,
como el papel que entra en contacto con el fuego
y se convierte en ceniza.
y se convierte en ceniza.
Hasta desaparecer.
Todo lo tuyo, sin embargo, se conserva.
Tu día a día se conserva intacto.
Tus plantas sobreviven, las mías se comen unas a otras.
Mi computadora estalla, la tuya guarda recuerdos y prolijidad.
Yo soy la reserva, vos el plan primero.
Y todo lo mío se consume.
Aunque voy a atravesar esa distancia.
Voy a cuidar mis plantas y a enseñarles que el derramamiento excesivo de sangre no es necesario.
Voy a abrazar mi computadora y a darle descanso final.
Voy a ser ceniza en un mundo de sólidos.
Y a deshacerme sobre tu solidez un poquito...
¡Cómo voy a disfrutar cuando todo lo tuyo se consuma!