viernes, 18 de mayo de 2012

No te conozco

Pero el silencio de tu música me trajo hasta este momento.
Tan diferentes y, como siempre, es lo mismo.
Tu vino de guerra oscura,
la miel de mi sueño blanco.


Casi no nos miramos cuando coincidimos,
porque el Dionisio de tus poemas cree pelear con el Apolo (que no duerme conmigo).
Los pasillos con nostalgias son tan nuestros.
Igual, un poco que no nos conocemos.


No podemos creer lo que pasa con cada mundo que tocamos.
Secretamente, en agonía, nuestros hermanos ojos negros ven cómo crece nuestro rayo.
Hablemos lo mismo en distinto idioma.
Y sí, mejor no te enteres de mis suciedades.


Creo que en el fondo hasta nos odiamos,
te cito un rato: los enamoradizos nunca se enamoran.
Aunque nuestros reinos sean enormes,
el barquero nos espera a los dos, al otro lado de ese río sucio.
Gracias por lo demás.






 Foto: Marina Mangieri (http://www.flickr.com/photos/mesuenolosdedos/)

1 comentario: